¿Los hilos tensores, cuánto duran y dónde se aplican?

Hilos tensores

¿Sabías que existe un método para devolver la firmeza a tu rostro sin pasar por quirófano? Así es, los hilos tensores es uno de los tratamientos sin cirugía más eficaces contra las arrugas de expresión, la flacidez del rostro, del cuello y la papada. Si quieres conseguir una piel más tersa y rejuvenecida sin bisturí, sigue leyendo y descubre cómo funciona este increíble tratamiento.

¿Qué son y para qué sirven los hilos tensores?

Los hilos tensores PDO, también llamados hilos mágicos, es una técnica segura y no invasiva que ayuda a corregir rápidamente la flacidez facial que aparece como consecuencia de la pérdida de colágeno y elastina de la piel. Estos hilos están hechos de polidioxanona, un material biocompatible y seguro, ya que es reabsorbido por el cuerpo sin producir alergias, e incluso es muy utilizado en cirugías cardiovasculares.

Además de reafirmar la piel, los hilos tensores ayudan a aumentar la producción natural de colágeno y fibroblastos, consiguiendo un efecto lifting rejuvenecedor sin cirugía. Por esta razón, los resultados son visibles al momento, pero también son progresivos, ya que con el paso de los meses los resultados mejoran aún más.

Si bien es cierto que el uso más frecuente es en el rostro, se ha demostrado que los hilos tensores tienen excelentes resultados en otras partes del cuerpo como cuello, extremidades e incluso pecho. En la cara, los hilos tensores suelen resultar eficaces para elevar pómulos y cejas, corregir arrugas en la frente y, en la zona de la boca y nariz, aportan simetría a la cara y reafirman el contorno facial.

En la parte del cuello se pueden utilizar para eliminar papada y prevenir arrugas. En el caso de las extremidades podemos poner hilos tensores en los brazos y en las piernas para corregir la flacidez y conseguir una piel tersa, elástica, firme y luminosa. Asimismo, en la parte del tronco, donde más eficaces son es en el abdomen y en el busto para levantar los pechos.

¿Dónde se aplican los hilos tensores y cuánto dura su efecto?

Es una intervención sencilla, en manos expertas, que se realiza dentro de la consulta médica en sesiones de poca duración (entre 25 y 40 minutos) mediante anestesia local o sin anestesia.

El procedimiento es simple, el médico se encarga de introducir y colocar los hilos a través de una aguja muy fina en la zona subdérmica que posteriormente retirará. De esta forma, los hilos quedan colocados sin que se perciban visualmente, dejando un resultado final totalmente natural. Tras su aplicación, el paciente podrá retomar su actividad inmediatamente, sin dolor ni molestias. Es posible que tras el tratamiento aparezca un pequeño hematoma o inflamación que irá desapareciendo a los pocos días.

Los resultados de los hilos tensores son visibles desde el primer momento y mejoran progresivamente. Los hilos se reabsorben del todo al cabo de los 6 u 8 meses y sus efectos suelen durar entre 12 y 18 meses, en ocasiones hasta 2 años.

¿Cuándo se empiezan a ver los resultados de los hilos tensores?

Como te hemos comentado antes, gracias a la estimulación natural del colágeno, los resultados de los hilos tensores son visibles desde el primer momento, donde se apreciará una mejora en el contorno facial y una piel mucho más tersa y joven. Sin embargo, estos efectos irán mejorando a medida que pasen los meses y podrán durar hasta dos años.

Tras esto, el paciente podrá volver a realizarse el tratamiento, siempre bajo valoración médica, e incluso se puede combinar con otras técnicas como el bótox o el ácido hialurónico para maximizar los resultados.

¿Qué cuidados hay que tener con los hilos tensores?

Una de las ventajas más importantes de los hilos tensores, es la sencillez de la técnica. Es poco invasivo, sin molestias y tras el tratamiento, la persona puede hacer vida normal desde el primer momento.

El único efecto secundario es que quizás aparezca una pequeña inflamación o hematoma tras la aplicación de los hilos tensores, que desaparecerá al cabo de unos días. Para ello, su médico le recomendará o no el uso de antiinflamatorios o pomadas antibióticas.No obstante, aunque la recuperación es sencilla, existen algunos cuidados a tener en cuenta para conseguir una mejor y más rápida recuperación:

  • Durante al menos una semana, limpiar y secar la zona tratada con mucho cuidado y suavidad.
  • No tomar el sol.
  • No masajear el rostro o usar cosméticos durante al menos dos semanas.
  • No gesticular en exceso.
  • Usar ropa cómoda y no frotarse la zona tratada para evitar que los hilos se desplacen.
  • También es aconsejable dormir hacia arriba durante los primeros días.
  • No practicar ejercicios de alta intensidad hasta pasadas las 3 semanas.
  • Evitar saunas o cirugías dentales hasta después del mes.

Recuerda que todas estas recomendaciones son generales y que será el médico que te trate quien te de una serie de pautas para el cuidado post-tratamiento que deberás seguir y respetar para asegurarte una buena recuperación y obtener los resultados que deseas.

¿Los hilos tensores tienen contraindicaciones?

Aunque los hilos tensores no tienen ningún efecto adverso, no es recomendable para los siguientes casos:

  • En personas inmunodeprimidas, con infecciones o sin colágeno.
  • En personas que tengan alguna infección cutánea, o alguna herida abierta.
  • Para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, pues no se conocen sus efectos en ellas.
  • Personas con alteraciones en la coagulación de la sangre o bajo tratamiento con medicamentos como la aspirina, anticoagulantes o antiinflamatorios.

Por último, las personas con piel demasiado flácida no lograrán mejorar el aspecto con esta técnica y deberán recurrir a la cirugía estética.

¿Qué es mejor el bótox o los hilos?

Existe cierta confusión con ambas técnicas. Sin embargo, pese a que ambas consiguen ese efecto rejuvenecedor, tienen aplicaciones distintas.

En primer lugar, los hilos tensores se inyectan bajo la piel del rostro mediante una aguja muy fina y se dejan colocados. Estos tienen como objetivo reafirmar la piel, además de estimular la producción de colágeno, consiguiendo una piel luminosa, tersa y joven.

Por otro lado, la tóxina botulínica, conocida popularmente como bótox, se administra de manera indolora mediante una aguja extrafina con el objetivo de producir una parálisis muscular localizada y limitada en el tiempo. Se utiliza para tratar las arrugas de expresión del rostro y, a diferencia de los hilos tensores, se trata de un tratamiento preventivo o anti-aging. Al relajar la zona, se dejan de generar arrugas, aunque vaya pasando el tiempo. En ambos casos, los resultados son casi inmediatos.

Otra de las diferencias es la zona donde se aplica cada tratamiento. El bótox se usa en el tercio superior del rostro, lo que incluye el entrecejo, la frente y las patas de gallo. En cambio, los hilos tensores se pueden aplicar por todo el rostro. Ambos procedimientos son compatibles, e incluso complementarios.

En conclusión, no podemos decir que un tratamiento es mejor que el otro. Si quieres prevenir las arrugas, lo ideal es elegir el bótox. Si, por el contrario, buscas tratar toda la cara y reducir la flacidez, la mejor técnica es la de hilos tensores.

Pero, como siempre, lo mejor es que acudas a una clínica de medicina estética, donde un experto valore tu caso y te ayude a tomar la mejor decisión.

En Clínica Saldívar somos expertos en medicina estética. Si tienes dudas sobre qué tratamiento es mejor para ti, no dudes en contactar con nosotros y pedir más información llamando o rellenando el formulario para que te podamos asesorar o solicita ahora tu primera valoración médica totalmente gratis.